Que a Steve Jobs le pirraba el café no es un secreto a estas alturas. De hecho, lo reconoció en varias entrevistas y en su propia biografía escrita por Walter Isaacson. Lo que quizás muchos desconocen es que, como dicen los buenos amantes del café, le gustaba sin ningún aditivo como leche o azúcar. El primero, por su dieta vegana y el segundo porque, como todo buen amante del café afirma, no se debe nunca echar azúcar.