Permanentemente se habla del fallo
muscular como una herramienta que podemos usar para sumar más intensidad a nuestro entrenamiento, algo opcional que podemos o no usar y que tiene más sentido, solemos decir, en personas avanzadas.
No obstante, dependiendo de cómo sea el diseño de nuestro entrenamiento, puede ser más o menos necesario llegar hasta el fallo
muscular si lo que queremos es asegurarnos de que nuestras series son lo más efectivas posible o, al menos, que alcanzamos niveles de reclutamiento de fibras y tensión mecánica altos. Un factor muy destacado y que no suele explicarse nunca que justifica si es más
importante acercarnos al fallo o no es el de la carga que usemos en los ejercicios.
En este artículo vamos a explicarte cuándo es más
importante ir al fallo
muscular o acercarse a él en función de si realizamos series de pocas repeticiones con mucho peso (evidentemente) o series de muchas repeticiones con poco peso.
La literatura científica nos dice que cuando el objetivo es ganar masa
muscular, tanto cargas ligeras como cargas pesadas pueden conducirnos a ello permanentemente y cuando lleguemos al fallo
muscular en ambas situaciones o nos acerquemos mucho al mismo. Otro matiz a tener en cuenta es que a partir de las 20 repeticiones o 30, según algunos estudios, el fenómeno de la hipertrofia ya se produce en menor medida, incluso aunque vayamos al fallo
muscular.