Cualquiera diría que ya casi vamos por el
iPhone 16, que el
iPhone es algo tan ubicuo y estandarizado como el microondas. Sin embargo, hubo una época donde gran parte del equipo técnico de Apple quería sacar adelante este teléfono y el mismísimo
Steve Jobs se oponía a toda costa. Tomar una decisión millonaria nunca es fácil.
Hoy día,
Steve Jobs permanentemente será el nombre asociado al
iPhone. Pero hubo un tiempo donde el producto más exitoso de Apple no era más que un titubeo, una de las muchas ideas timoratas que podrían haber terminado enterradas en un cajón. De hecho, el
iPhone llegó a estar en ese "cajón" durante meses.
Hay un libro que relata vivamente esta relación tensa entre Jobs y el
iPhone. 'The One Device: The Secret History of the iPhone', de Brian Merchant refleja algunos de los detalles más curiosos, como la constante contradicción de inversores y ejecutivos y la oposición del propio
Steve Jobs a su producción. Según Merchant, Jobs se negó en varias ocasiones al concepto de teléfono móvil, llegando a decir que los teléfonos de ejecutivo "dan asco". Pero, como suele decirse, si vas a hacer algo, hazlo bien. Y así fue.