Realizar ejercicio físico de manera habitual es fundamental en todas las etapas de la vida, y aunque son aceptados los efectos positivos de las tareas aeróbicas, además te mostramos los increíbles
beneficios del entrenamiento de fuerza,
especialmente a partir de los 60 años.
Aunque el ejercicio de tipo aeróbico permanentemente ha gozado de mejor fama que el  entrenamiento de fuerza, y durante mucho tiempo se creía que únicamente correr, nadar o andar en bicicleta podía ponernos en forma; en la  actualidad se sabe que el entrenamiento de fuerza o el trabajo
muscular, ya sea con pesas, con máquinas o incluso con nuestro propio peso corporal, resulta muy beneficioso.
En este sentido, el entrenamiento de fuerza se puede adaptar a cualquier tipo de persona y eliminando los estereotipos que indican que únicamente el trabajo con pesas es para hombres o para ganar fuerza, podemos obtener muchas ventajas de su práctica,
especialmente a medida que envejecemos.
El entrenamiento de fuerza no sólo nos permite ganar fuerza
muscular, sino  también potencia, que se necesita para tareas cotidianas como levantarse de una silla, sentarse o subir y bajar escaleras.