ATENCIÓN SPOILERS: este texto trata sin ninguna clase de tapujos la trama de Star Wars Jedi:
Survivor.
Ni mucho menos me estaba aburriendo Star Wars Jedi:
Survivor, pero la tónica general de la historia no me estaba atrapando. La lucha contra
Dagan Gera es interesante, pero su trascendencia narrativa de cara a la galaxia es mínima, por lo que encontré más causas para engancharme al título de Respawn por los espadazos láser. A pesar de ello, no voy a negar que quería llegar a Tanalorr para descubrir el desenlace del misterio.
Dagan Gera es el villano definitivo del videojuego, pues hablamos de un Jedi caído en el Lado Oscuro que celebra la caída de la Orden y tiene una ristra de acólitos dispuestos a seguirle el juego. Merrin, Bode y Greez -junto a BD-1- forman el grupo que se les opone y el mayor desconocido es el cazarrecompensas, pues es presentado al inicio de la partida. Un tipo con carisma, con un jetpack a la espalda y con una puntería que haría temblar a cualquier escuadrón de Soldados de Asalto.
Es imposible no desear que un personaje así te acompañe a lo largo de la aventura y lo cierto es que lo hace en lugares como Coruscant o Koboh. Chascarrillos, aires de superioridad a lo Boba Fett y un corazón que le impulsa a luchar por su hija, para que consiga un nuevo hogar en el que refugiarse del Imperio. Sin embargo, no pude prever ni por asomo la brutal traición que estaba pergeñando a las espaldas de los protagonistas.