El año pasado, el
Louvre rozó el nivel de visitantes precovid con casi 9 millones de visitantes (en 2019 llegó a cerrar con la cifra mágica de los 10 millones). Sin embargo, el 80% de los que acuden en masa van a ver la misma obra, quizás a lograr la ansiada foto frente a ella. Sí, nos referimos a la
Mona Lisa de
Leonardo da
Vinci, una que, contrario a lo que pueda parecer, su expectación y afluencia exagerada de público para admirarla ha terminado convirtiéndose en un quebradero de cabeza para el museo... hasta el punto de querer moverla.
Mover a la
Mona Lisa. Así llegamos a la noticia de esta semana: el plan para sacar a la
Mona Lisa de la sala. A este respecto, des Cars ha explicado que el traslado se debe a la idea de que la sala donde se encuentra la obra no está recibiendo adecuadamente a los visitantes, por lo que sentimos que no estamos haciendo nuestro trabajo correctamente De esta forma, la nueva ubicación tendría como objetivo poner fin a la decepción del público p>
Una nueva sala para la sonrisa más famosa. Si el plan sigue su curso, la idea del
Louvre es ubicar la pintura a una sala propia en el sótano del Museo.