La creciente preocupación en torno a la cuestión de la desigualdad en el reparto de los dividendos tecnológicos, un tema sobre el que escribí hace ya algunos años y que continúa creciendo, está dando lugar, de la mano de políticos demócratas como Alexandria Ocasio-Cortez, Elizabeth Warren o Bernie Sanders, a todo un movimiento no en contra de los ricos y reclamando una redistribución agresiva de la riqueza, sino de los ultra-ricos, de los billonarios, de aquellos que son capaces de lograr fortun