Titanic

El cine negro tiende a ser observado como una serie de elementos y una estética a replicar, pero realmente su fuerza radica en su filosofía, en su particular manera de observar la existencia humana contemporánea con desencanto y muchos grises morales. Aunque se suelan repetir características como estructuras desencajadas por flashbacks o mujeres fatales que trastocan a hombres difíciles, es un género que da para mucho más.

Cuando se trata de desarrollar videojuegos RPG, uno de los mayores retos es crear los diálogos de los NPCs. Principalmente por la gran cantidad de personajes no jugables que suelen aparecer en este tipo de títulos.

Los plásticos siguen siendo la gran asignatura zarcillo de la gestión de residuos global. La dependencia de nuestras economías de estos materiales es inmensa pero una parte importante de ellos acaba contaminando nuestras aguas. El tamaño de estos vertederos marítimos crece a ritmo exponencial, así que para algunos la única opción es pescarlos con redes cada vez más grandes.

25 millones para el Sistema 03.

La separación entre las películas galardonadas en los premios Oscar y los resultados en la taquilla queda cada vez más patente. Cómo pasamos de 'Titanic' a "Todo a la vez en todas partes" pasando por 'Avengers: Endgame'.

El género noir tiene una característica impresionante y mágica para contar con elegancia los aspectos más oscuros y podridos de la sociedad contemporánea. Nunca envejecen sus ideas, a pesar de que muchas veces se recurra al ejercicio de época para que las referencias al género queden en la solapa y no se escapen al espectador. Y, siguen resultando modernas y logran comunicarse con una audiencia actual con una historia que atrapa.

Desde su lanzamiento hace unas semanas, el nuevo chatbot de Bing, basado en ChatGPT, vive una crisis de personalidad constante. Entrar a charlar con él es como jugar a la ruleta rusa, nunca sabes qué te va a tocar.

En un primer momento, y por incurrir en 'alucinaciones' (término técnico) que en ocasiones entraban directamente en el campo de la locura (como esa vez que afirmó que Pedro Sánchez había borrado de Internet sus múltiples fotos con barba sólo para dejarle mal).

Siempre se repite la misma historia. Todos los listos del mundo concuerdan que esta vez sí, que está será la definitiva, que James Cameron se la va a pegar con una de sus apuestas gigantes. Que va a llegar el momento donde su flor se terminará y una de sus megapropuestas va a zambullirse en las apestosas aguas del fracaso. Todos lo vaticinan, pero ese día no llega.