Cuando en marzo de 2017 debutó Horizon Zero Dawn en PS4, no dudé ni un segundo. Aquella fantasía de Guerrilla Games sobre un mundo abierto repleto de dinosaurios me conquistó por completo durante sus adelantos en las ediciones del E3, así que tenía una cita con la misteriosa chica pelirroja. No me equivoqué ni un ápice: el videojuego me enamoró de principio a fin.