El azar a veces es un factor determinante en el séptimo arte, y responsable de detalles que podrían parecer meditadas decisiones del equipo de producción. Como la idea de meter al gato en 'El padrino' que, no obstante, casi se carga la mítica escena.
Una de las secuencias más recordadas de la primera film de 'El padrino' es esa en la que Vito Corleone sermonea a Amerigo Bonasera por ir a pedirle un favor en la boda de su hija.