Hay pocas figuras más esenciales para el género negro que
Philip Marlowe, la grandiosa creación de
Raymond Chandler que ha dado algunas de las novelas detectivescas más imprescindibles. Un legado fabuloso que ha tenido su replica en cine, llevado a la gran pantalla de la mano de una gran variedad de intérpretes y de autores cinematográficos que han intentando mantener su carácter poco convencional y recrear esos mundos oscuros y corruptos que habita.
Liam
Neeson ha sido el último actor en intentar ponerse en la piel del investigador con 'Marlowe', una discreta pieza de Neil Jordan que se queda por debajo de uno de los recorridos más impresionantes de la historia del séptimo arte. No por nada hablamos del protagonista de 'El sueño eterno', una de las mejores filmes de la historia con un inolvidable Humphrey Bogart y un Howard Hawks inspiradísimo. Y no muy detrás se encuentra 'Un largo adiós'.
En esta joya setentera es Elliott Gould quien da vida a un Marlowe desaliñado y sin sombrero, aunque igual de pícaro e incorregible. Lo hace de la mano de un Robert Altman que lleva de maravilla su particular estilo (con el que he tenido a veces dificultades para enamorarme, creando una influyente pieza de thriller de investigación que se puede disfrutar en Filmin.