La inteligencia artificial (IA) ha alcanzado una popularidad sin precedentes en la actualidad, impulsada por avances tecnológicos significativos y una mayor integración en diversas industrias. Pero, principalmente, porque
es un concepto que ya es muy común y utilizado por personas comunes y corrientes. Desde
asistentes virtuales en nuestros teléfonos inteligentes hasta algoritmos de aprendizaje automático en aplicaciones y servicios en línea, la IA se ha convertido en una parte integral de nuestra vida diaria.
La capacidad para automatizar tareas, personalizar experiencias y ofrecer soluciones innovadoras le ha llevado a un
crecimiento exponencial en su adopción y uso en áreas como la salud, el comercio electrónico, la automoción y más, consolidando su posición como una de las tecnologías más influyentes y transformadoras de nuestro tiempo.
Sin embargo, no es una tecnología nueva. La
historia de la
Inteligencia Artificial (IA) se remonta a mediados de los 50 s, cuando se acuñó el término
durante un curso de verano en el Dartmouth College, Estados Unidos. Un selecto grupo de investigadores liderados por
Allen Newell, Cliff Shaw y Herbert Simon presentaron el primer proyecto de IA del mundo.El proyecto, conocido como
La Máquina Lógica b>, buscaba imitar la capacidad humana de resolución de problemas.