El presente es
un artículo de opinión que integra una serie de reflexiones personales sobre el rumbo actual del mercado de las aplicaciones de mensajería instantánea, con
WhatsApp como la alternativa predominante, ante las recientes regulaciones de interoperabilidad en Europa.
Aunque existan alternativas mucho más robustas y seguras,
WhatsApp, con sus
más de dos mil millones de usuarios, se ha convertido en la aplicación de mensajería predeterminada preferida por gran parte de los usuarios móviles de todo el mundo. Desde el inicio mismo de la historia de los teléfonos inteligentes, esta plataforma prácticamente estaba ahí como una alternativa a los ya casi extintos
mensajes SMS y nunca se ha movido de los primeros lugares de popularidad.
Sin embargo, su dominio nos genera interrogantes sobre su impacto en la competencia y la privacidad. Aquí en
FayerWayer a lo largo de los años hemos sido muy expresivos sobre la existencia de algunas otras alternativas mucho más robustas y estables, como
Telegram o
Signal.
Sin embargo, desde que Meta adquirió la app es un hecho que ha afianzado su fama y predilección entre la comunidad móvil. Aunque eso no ha evitado que nos cuestionemos sobre el lugar que ocupa hoy en día la plataforma para la industria y los propios consumidores.