Durante su primer año de vida,
The CW tenía un eslogan para su programación de la noche de los martes que resumía a la perfección una parte de la personalidad de Lorelai Gilmore: "La vida es corta, habla rápido". Aquella temporada 2006/07 vio coincidir en el mismo día a 'Las chicas Gilmore' ('Gilmore Girls'), procedente de
The WB y creada por
Amy Sherman-Palladino, y 'Verónica Mars', emitida inicialmente en UPN, pero ninguna de las dos pasó de aquel mes de mayo.
La primera de ellas había sido uno de los pilares de la programación de
The WB, dándole una vuelta de tuerca a sus típicas series familiares con adolescentes intensos al situar en su centro a Lorelai, madre soltera que trabaja como encargada en un hotel, y su hija Rory, a la que tuvo con 16 años y con la que mantiene una relación más de amigas que materno-filial.
A su vez, con dinero y buena posición y que nunca entendieron que ella decidiera marcharse de casa y ganarse la vida por su cuenta cuando se quedó embarazada. De hecho, cuando arranca la serie, hace años que no se hablan.
El centro de 'Las chicas Gilmore' era la relación entre la abuela, que se parecían más de los que les hubiera gustado admitir. Lorelai se ve obligada a recuperar el contacto con sus padres para poder pagar el instituto privado de Rory, una chica muy estudiosa y brillante.
Sus padres acceden con la condición de que ambas cenen con ellos todos los viernes.