Ahora, al hablar de militarización pensamos automáticamente en países como
Rusia, Estados Unidos,
Corea del
Norte y, sobre todo,
China. El gigante asiático está invirtiendo muchísimo dinero para modernizar varias alas de su brazo militar, tanto es así que está poniendo a punto su nuevo portaaviones
Fujian, recientemente se ha descubierto un helicóptero pesado y además están empezando las maniobras con sus cazas furtivos J-35.
Japón es otra potencia que se ha puesto manos a la obra en esos de modernizar sus fuerzas, y a
China no le gusta nada. El nuevo motivo de la discordia es el portaaviones Kaga.
La militarización de Japón. Hace no tanto, Japón fue una de las mayores potencias militares. Sin embargo, debido a sus actos durante la Segunda Guerra Mundial, el 2 de mayo de 1947 se aprobó el Artículo 9 de la Constitución de Japón. Se trata de una cláusula que prohibe que el país ejecute actos bélicos, renunciando a la resolución de disputas internacionales a través del uso de la fuerza.
Esto implica que Japón no mantiene fuerzas armas con potencial bélico, pero hay algo que puede ser una contradicción, ya que sí se pueden mantener fuerzas defensivas, el llamado Jietai o 'Fuerzas de Autodefensa de Japón'. Durante décadas, el país destinaba el 1% de su PIB al mantenimiento de esas fuerzas, pero el año pasado dobló su apuesta. Eso significa que, hasta el 2027, Japón invertirá unos 271,000 millones de euros a razón de 63,000 millones de euros al año.