El gran éxito de
Steven Spielberg no fue regalado. En 1974, el prometedor cineasta, entonces un veinteañero, asumió el difícil tarea de adaptar una novela de gran éxito para convertirla en el primer éxito de taquilla veraniego masivo, en un trabajo que incluyó supervisar complejas secuencias de acción, enormes montajes de efectos prácticos y rodajes en mar abierto, un reto que el cineasta acató excediéndose en presupuesto y calendario, un problema en Hollywood.
Como producto de Universal Pictures, habría sido fácil para los ejecutivos sustituir a Spielberg por otro cineasta. Sin embargo, y fue una decisión que influyó en el resto de su carrera. Entertainment Weekly preguntó una vez a Spielberg por qué nunca le despidieron de 'Tiburón', y él respondió: "Sid Sheinberg permanentemente lo bloqueaba". Como entonces era presidente de Universal, Sheinberg tenía la última palabra sobre lo que ocurría con el proyecto y dado que su mujer, Lorraine Gary, protagonizaba el film, seguramente quería que tuviera éxito.
Un caso de nepostismo claro, aunque la confianza de Sheinberg en 'Tiburón' parece que iba más allá del simple interés, fue un voto de confianza en el propio Spielberg, y ambos desarrollaron pronto una fantástica relación de trabajo que daría lugar a películas como 'Parque Jurásico', 'E.T. El Extraterrestre' y 'La lista de Schindler'.