Froilán ya ha comenzado su nueva vida en
Abu Dabi. A raíz de la última polémica que protagonizó, la infanta
Elena decidió mandar su retoño al reformatorio de Juan Carlos I. Confió en que alejado de sus colegas, el hermano de Triunfo Federica lograría encauzar su vida y comprender lo que parece no entrarle en la mollera: es imposible salir de juerga noche sí y noche además.
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Al parecer, la infanta llamó a su padre y le pidió ayuda. El emérito, no tardó en descolgar el teléfono para ponerse en contacto sus colegas árabes. Pretendía a su nieto en la mayor petrolera de Abu Abi, y así fue. Los jeques aceptaron y, acto seguido,
Froilán hizo la maleta y se trasladó a Emiratos.
Allí está solo y algo melancólico, pero los 10,000 lereles mensuales que estaría recibiendo como salario son un bálsamo que cura cualquier herida. Extraña a su colegas, a su círculo. Desearía estar de farra cada sábado en los mejores garitos de Madrid, pero su vida ha cambiado. Ahora es un joven responsable y alejado de la tentaciones nocturnas.