Skype anuncia una funcionalidad que permite al cliente desenfocar el fondo de la imagen que está transmitiendo a través de la cámara de su ordenador o de su smartphone, manteniendo el enfoque correcto en la imagen de su persona en forma de elegante efecto bokeh, lo que posibilita en cierta medida que nos despreocupemos de lo que tenemos en el fondo y de la molestia de tener que estar preocupado sobre lo que aparece o deja de aparecer. El algoritmo es capaz de identificar nuestra cara, y desenfocar el resto de la imagen para evitar que la atención se pueda centrar en otros elementos.
La prestación me lleva a plantearme hasta qué punto está avanzando la capacidad de desarrollo de algoritmos capaces de reconocer partes de una imagen y de tratarlas de manera diferencial en función del interés de cada caso: para una cámara que simplemente recoge píxeles, la posibilidad de entender que determinados píxeles son una persona, que esa persona está intentando mantener una conversación, y que lo que hay en el fondo es irrelevante y puede o debe por tanto desenfocarse a petición del cliente es algo sobre lo que conviene reflexionar, y que ya comenté anteriormente cuando Apple puso en el mercado el iPhone 8 con el conocido como Portrait mode, capaz de aplicar efectos de iluminación y de mejorar las fotos en función de determinadas circunstancias.