El pasado uno de abril nos hacíamos eco de la caída de GPT-4 del ranking oficioso de la industria de los chatbots. Por primera vez, un modelo de IA no desarrollado por OpenAI se alzaba con la corona: Claude 3, de Anthropic, había sorprendido en los días previos, tanto por sus capacidades inesperadas como por proporcionar respuestas que los clientes consideraban más útiles y coherentes que las de sus rivales.