interactuar

Perderte y descubrir un lugar en el que no has estado. Disfrutar sin prisa de las tareas más sencillas. Interactuar con personajes curiosos que tienen algo especial que contarte. O que añadir a tu partida. Una de los máximos atractivos del Xbox Game Pass para consolas y PCs es que en su catálogo abarca exitazos, superproducciones y pequeñas grandes joyas que piden ser jugadas a nuestro propio ritmo.

¿Alguna vez te has preguntado qué se esconde detrás del fascinante mundo de los bienes raíces? ¿Cuál es la clave para tener éxito en este mercado en constante evolución? Si estás interesado en descubrir el potencial ilimitado que ofrece este sector, estás en el lugar correcto.

Monument Valley fue lanzado en 2014 y en poco tiempo se convirtió en uno de los juegos más populares del mundo para dispositivos Android. Ahora, sus creadores se disponen a celebrar diez años de éxitos con muchos eventos especiales. Así que, si aún no conoces Monument Valley, este es el mejor momento.


La mejor carta de presentación de Monument Valley es que ha logrado vender más de cinco millones de copias en la Play Store.

Todos en nuestra vida diaria seguramente nos hemos topado con alguna persona inteligente, alguien a quien podemos considerar más lista que el promedio y que podemos distinguir por su forma particular de interactuar con las personas o de expresarse verbalmente.

Quienes tienen niños en casa pueden sacarle provecho a las aplicaciones de control parental como Samsung Kids. Esta herramienta está disponible en los dispositivos móviles de la marca, y ofrece opciones muy útiles para garantizar la seguridad de los peques mientras usan el móvil o la tableta. Si aún no sabes qué es Samsung Kids y cómo se utiliza, aquí te lo explicamos.


Para usar Samsung Kids no hay que pagar nada, solo descargar la app y sus complementos.

Recuerdo abrir aquellas dos cajas, poner el monitor y el teclado encima del escritorio de la salita de nuestro primer piso. Mi padre trataba de entender como funcionaba todo aquello y yo ya tenía un cassette en la mano. Ese cuatro del doce de 1987 encendía por primera vez mi primer ordenador, un Amstrad CPC 464. Años más tarde - a comienzos de los noventa - en el cuarto trasero del quiosco de una amiga del instituto, vi mi primer Macintosh.