Google

Una grata novedad ha salido a la luz con el lanzamiento de la segunda versión preliminar para desarrolladores de Android 15. La próxima generación del sistema operativo móvil de Google admitirá el envío y la recepción de mensajes de texto a través de conexiones con satélites.

El salto que supone saltar de gama en el mundo de los teléfonos Android es cada vez menos drástico. A diferencia de lo que ocurría años atrás, los fabricantes ahora tienen un abanico más amplio de opciones para dotar de potencia a sus dispositivos. En el sector premium encontramos propuestas tan ambiciosas como el nuevo Qualcomm Snapdragon 8 Gen 3, pero también más asequibles como el Snapdragon 8s Gen 3.

La multinacional estadounidense acaba de poner en escena un nuevo chip.

Por la calidad de imagen y el tamaño de la smart TV empieza nuestra experiencia en casa a la hora de disfrutar de contenido. El sistema operativo, su sonido u otras funciones como la conectividad también son factores importantes y en la Fiesta de Ofertas de Primavera de Amazon podemos localizar distintas opciones a estupendos precios.

A medida que pasan las semanas, nos topamos con cada vez más filtraciones sobre el esperado Pixel 8a.

Se espera que el siguiente móvil barato de Google se anuncie formalmente en la conferencia I/O 2024, que se pondrá en marcha el siguiente 14 de mayo.

Tenemos claro que en la industria de las Tecnologías de la Información (IT) se vive una lucha encarnizada por ver quién dominará el sector de las plataformas de Inteligencia Artificial (IA). Lo vimos cuando Sam Altman fue expulsado de su propia compañía OpenAI por causa de ChatGPT y ahora llega un nuevo contendiente: Microsoft AI.

Se trata de una nueva división de la compañía que se enfocaría exclusivamente en los proyectos de dicho ramo.

Mi columna en Invertia de esta semana se titula «El dilema de Estados Unidos con TikTok» (pdf), y trata de explicar lo que ocurre cuando un gobierno cree que el problema es que una red social esté en manos del gobierno de otro país, cuando la realidad es que el problema está en la propia esencia del funcionamiento de las redes sociales, sean de donde sean.