adaptado

Recuerdo abrir aquellas dos cajas, poner el monitor y el teclado encima del escritorio de la salita de nuestro primer piso. Mi padre trataba de entender como funcionaba todo aquello y yo ya tenía un cassette en la mano. Ese cuatro del doce de 1987 encendía por primera vez mi primer ordenador, un Amstrad CPC 464. Años más tarde - a comienzos de los noventa - en el cuarto trasero del quiosco de una amiga del instituto, vi mi primer Macintosh.

La nueva serie estandarte de Netflix ha dado mucho que hablar en estas dos semanas desde su estreno. Y a pesar de que su segunda temporada no está confirmada, esta primera ha dado causas de sobra para merecer continuación, entre ellas un final que deja con ganas de más.

Desarrollar esta serie no ha sido fácil para Netflix, la saga literaria fue considerada inadaptable en occidente durante mucho tiempo por su alto presupuesto y su idiosincrasia eminentemente china.

En la era digital en la que vivimos, donde los ordenadores y dispositivos electrónicos se han convertido en herramientas indispensables tanto en el ámbito laboral como en el personal, la habilidad de escribir a máquina o mecanografía se ha vuelto más relevante que nunca. A pesar de que muchos puedan pensar que esta habilidad es obsoleta o innecesaria, lo cierto es que dominar la mecanografía puede marcar la diferencia en términos de productividad, eficiencia y oportunidades laborales.

Mejorar la calidad de la imagen, en ocasiones, depende de la pantalla que tenemos. Cambiar el monitor de la PC puede ser la solución para sacar el máximo provecho de un videojuego o cualquier otra aplicación que uses en la computadora.

Sin embargo, no sólo se trata de instalar el monitor y lograr el cambio de calidad en las imágenes como obra de arte.