Lo comentamos en su momento: uno de los mayores obstáculos que hicieron que Google no incorporase unas prestaciones de inteligencia artificial generativa a su producto más importante, la búsqueda, a pesar de estar tecnológicamente preparada para ello mucho antes de que OpenAi lanzase sus primeros productos, fue ni más ni menos que su coste unitario.
El coste unitario de una búsqueda en Google es extremadamente bajo.