robotica

En occidente la robótica puede parecer algo alejado, y más si hablamos de perros con diseños que buscan imitar comportamientos de estos animales, pero con funciones tecnológicas para llevarlos a un próximo nivel. Por ejemplo, pueden ser utilizados en terapias asistidas u ofrecer compañía sin los riesgos de alergias.

La nómina de factorías que se apuntan a evaluar las posibilidades de la intersección entre la robótica y la inteligencia artificial generativa crece: a los ensayos cada vez más sofisticados de Tesla con su robot Optimus, el de BMW con Figure sobre el que escribí hace algunas semanas, o el de Apptronik con Mercedes-Benz, se une ahora el gigantesco fabricante canadiense de componentes y piezas para la automoción Magna, que comenzará a evaluar el funcionamiento de los robots humanoides de Sanctuary

Además de Tesla, empresa enfocada en el desarrollo de neurociencia y robótica y que fue fundada en 2016. Dicha compañía se creó para mejorar la interface cerebro-máquina, con el objetivo de mitigar daños cerebrales y a la larga combinar la inteligencia artificial con la humanidad. En ese contexto es que en el último tiempo han hecho noticia: Gracas al primer implante cerebral catalogado como un éxito. Y cómo no, ahora él y su emprendimiento quieren ir por más.