Barack Obama, Albert Einstein y por supuesto Steve Jobs no son sólo representaciones de grandes nombres por su huella en la historia, sino además representantes de un estilo único. Literalmente. Y no porque otros no puedan vestir igual que ellos, sino porque ellos vistieron con un atuendo idéntico o muy parecido (y todavía visten quienes siguen vivos).
Unos tipos aburridos en su estilo, podríamos pensar.