Conectar tu portátil a una memoria USB que sobresale de una pared en un lugar público no parece, a priori, la idea más sensata. Pero hay gente a la que no parece importarle, ya sea por desconocimiento de las nociones más básicas de ciberseguridad, ya sea por saber perfectamente qué están haciendo y haber tomado ya medidas preventivas.
Estos últimos son los menos, claro.