Con cinco largometrajes y una serie en su filmografía, Damien Chazelle se ha alzado como uno de los grandes directores de nuestro tiempo. Obras como 'Whiplash', 'La La Land' o ese magnífico fotografía del Hollywood clásico cargada de excesos y estrellas que se estrenó bajo el título de 'Babylon' hablan por sí solos, pero hay un trabajo del cineasta de Rhode Island que suele pasar inadvertido cuando se repasa su trayectoria en la gran pantalla.