Para Instagram la revolución de los videos comenzó en 2020, luego de que la compañía decidiera lanzar su función de reels, transformando la forma de crear contenido al poder publicar videos cortos con una amplia variedad de herramientas de edición, efectos especiales y música. Desde ese entonces el formato audiovisual en la red social de Meta se convirtió en el más importante y más popular entre los clientes, compitiendo directamente con su rival TikTok.