atracciones

Ir a un parque de atracciones es sinónimo de gastar dinero. No solo por la entrada, sino por todo lo que rodea a la experiencia del parque: espectáculos, regalos, recuerdos y, sobre todo, comida. Cierto es que nada impide llevarse unos bocadillos de chóped en la mochila, pero cuando hablamos de parques como Disneyland...

Seguro que os acordáis de 'Toy Story 3', la que normalmente es considerada la mejor filme de la saga, en la que Woody, Buzz y compañía acaban en una guardería tras conocer a Lotso, un viejo peluche que les hace la vida imposible. Probablemente no salisteis de ver la cinta de Pixar pensando "Eh, ¡ojalá tener a ese monstruo sádico en la estantería de mis hijos!", igual que no tendríais en ella a villanos como Jason Voorhees o Hopper, de 'Bichos'.

Tras su fundación en 2002, Disneyland París se ha convertido en un punto de referencia de chicos y grandes amantes del mundo creado por los personajes y las cintas de Disney, sin embargo, era necesario ya hacer un cambio a uno de los parques de atracciones más pequeño y limitado todos, anunciando la modificación del Walt Disney Studios Park tanto en su infraestructura como en su nombre.

Hay personas para las que, claramente, el simple hecho de ir a un parque de atracciones no es lo suficientemente estimulante. Fue el caso de un turista suizo de 32 años sin identificar que, en el año 2019, tras consumir LSD con su pareja la perdió de vista y se paseó desnudo por el parque hasta desaparecer por completo.

Ya hemos visto cómo hay ciudades que protestan contra los errantes digitales y es que están viendo que la gente que llega con altos salarios pueden acarrear problemas. En un reportaje, hablamos con habitantes de Medellín, en Colombia, y de las Islas Canarias en España, además de analizar la situación en Portugal.