Como el sueño o la alimentación, la concentración requiere de un estado mental adecuado que se consigue a partir de adquirir unos hábitos saludables. Gracias a estos hábitos se minimiza la fatiga cerebral y contribuyen a estabilizar la química del cerebro para que te resulte más fácil lograr el estado de concentración que necesitas para ser más productivo en tu día a día.
Solo una tarea a la vez.