Nuevas funciones. Nueva interfaz. Nuevas aplicaciones. Todo muy innovador. Esas son las clases de cosas que cualquier cliente espera ver cuando se lanza una nueva versión de Windows (y de cada cualquier sistema operativo, no nos engañemos). Por eso, a veces se convierte en anuncio el hecho de que haya un rinconcito del sistema de Microsoft que haya logrado permanecer inalterable durante casi tres décadas.