En Estados Unidos tendrán gángsters y tiroteos, pero aquí tenemos tunantes y palizas. Quizá por eso los thrillers españoles tienen Permanentemente un toque más callejero y con menos pretensiones, algo que a veces sorprende por su frescura pero que otras, tristemente, juega en su contra. En 'A diente de perro' se notan las buenas intenciones pero, compite contra algo complicado de subsanar: un presupuesto ínfimo.