Japón es la tierra del origami, de los grandes maestros del kirigami y de respetadas marcas dedicadas a la fabricación de libretas, agendas, bolis, rotuladores y demás utillaje de escritorio valido tanto para oficinas como los estudios de mangakas, así que no resulta sorprendente que todo lo relacionado con la papelería se eleve allí a una categoría superior. En Japón papel y boli no son un medio, sino el fin.