En el mundo de Internet y las grandes tecnológicas, el culto a la eficiencia y la productividad tiene un poco de imposición, y un poco de moda y postureo. Pero sea cual sea la razón por la que alguien se termina sumando a esa tendencia, es cierto que termina afectando a aspectos imprevistos de sus vidas... incluyendo la forma en que elige su vestimenta diaria.
Así, ha reavivado el debate sobre la relación entre la simplicidad del vestuario y la productividad personal.