La actual crisis del Mar Rojo está poniendo en jaque el comercio mundial. El motivo es que hay muchos barcos de mercancías parados en el puerto de Singapur porque, como si fueran un coche eléctrico en Semana Santa, no pueden repostar todos a la vez. Y el detonante de esos atascos son los nuevos trayectos que los cargueros están obligados a tomar para evitar los ataques de las milicias hutíes.
El Mar Rojo es un polvorín. Esta zona es clave para el transporte marítimo mundial.