California arrancó la primavera con un peso menos sobre los hombros. Uno bastante pesado, por cierto.
A finales de marzo el Gobierno estatal anunciaba el fin de medio centenar de medidas que se habían ido dictando a lo largo de los últimos años para combatir la sequía, la más empecinada falta de agua desde al menos finales del siglo XIX, cuando se iniciaron los registros históricos.