Viajar al espacio no es como ir al supermercado. No se trata de poner las llaves en el auto, encenderlo y manejar hasta el local para comprar los víveres. Una misión hacia las afueras de la Tierra necesita de una serie de procesos que implican dinero, organización y mucha seguridad. Ni hablar de cuando el viaje es tripulado, cada detalle debe ser chequeado el doble, ya que hay vidas en riesgo.