Mercedes

Aunque lo ideal es no prestarle ninguna atención mientras se conduce, el teléfono se ha vuelto un elemento de mucha utilidad para el coche: desde poner nuestra música o podcasts favoritos hasta utilizarlo como navegador GPS con aplicaciones como Google Maps o Waze.

La nómina de factorías que se apuntan a evaluar las posibilidades de la intersección entre la robótica y la inteligencia artificial generativa crece: a los ensayos cada vez más sofisticados de Tesla con su robot Optimus, el de BMW con Figure sobre el que escribí hace algunas semanas, o el de Apptronik con Mercedes-Benz, se une ahora el gigantesco fabricante canadiense de componentes y piezas para la automoción Magna, que comenzará a evaluar el funcionamiento de los robots humano

Falta mucho para la llegada de la próxima generación del Samsung Galaxy S25, pero la noticia de su arribo ya está sacudiendo el universo de los smartphones. Las filtraciones más recientes indican que el modelo estándar de esta serie, enfrentará un aumento considerable en el tamaño de su pantalla.


Ya este cambio parece complicado de procesar para muchos fans de Samsung, pero este no sería el único que la compañía coreana tiene preparado.

Reino Unido, Irlanda, Sudáfrica, Japón, Australia, Nueva Zelanda, India, Malasia, Indonesia, Jamaica... y un puñado de países más, la mayor parte de ellos con más o menos influencia británica en su pasado. Esos son los pocos países en este mundo de conducen por la izquierda. Efectivamente, no es una excentricidad exclusiva de los británicos pero tampoco es, ni mucho menos, la opción dominante.

Cuando hablamos de coches híbridos, algo curioso es que Toyota es prácticamente un sinónimo. Hay varios tipos de híbridos, pero el término "híbrido autorecargable" es a Toyota lo mismo que Kleenex a los pañuelos de papel. Es algo que han obtenido a base de mejorar más y más esta tecnología (y de años vendiendo híbridos a espuertas) y es normal que Akido Toyoda, mandamás de la compañía, no esté por la labor de dejar de apoyar esta línea.

Sabemos que las mansiones suelen ser un capricho común entre los millonarios, pero no todos tienen los mismos gustos. El empresario estadounidense Ken Griffin, no duda en gastar cientos de millones de dólares en construir la casa de sus sueños frente a una playa en Florida, un estado famoso por su estupendo clima tropical.

Otros como Vijay Mallya prefieren seguir caminos completamente diferentes.