Nadie quiere que las cosas fallen en los momentos más cruciales de un lanzamiento. Me ha pasado, y no se lo deseo a nadie. Si no estás acostumbrado a hablar ante el público te quedas sin saber cómo reaccionar, y los nervios pueden jugarte una mala pasada. Necesariamente, ocurre en algún momento de nuestras vidas.
Además le ha pasado algunas veces a Steve Jobs.