Hay tecnologías heredadas del pasado que seguimos utilizando a pesar de que ya no son tan efectivas ni revolucionarias como resultaron en su momento. En un mundo de empresas totalmente conectadas, el correo electrónico se ha convertido en un problema para muchas organizaciones.
El más relevante problema es que se trata de una herramienta en la que muchos empleados destinan una gran cantidad de horas a su gestión. Y no es que sea precisamente productiva.