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Pocas versiones de Vegeta son tan brutales como la que se deja dominar del mago Babidi para pelear contra Goku, en el arco de Majin Buu. Esta batalla entre los dos saiyajines puros debe estar posicionada como una de las más impresionantes de todo Dragon Ball Z.

Todo el episodio no tiene ni una sola gota de desperdicio. Fue la representación de la última vez en la que lo vimos como villano.

Al maestro Akira Toriyama no le gustaban los sitios abarrotados. En general. Ni en la vida real, ni tampoco cuando dibujaba Dragon Ball. Lo primero es fácil de entender, pero lo cierto es que plantear una obra que transcurre a una escala cada vez mayor requiere que tarde o temprano sea necesario hacer o imaginar escenarios amplios y detallados. Precísamente por ello los reducía a escombros. Pero, como verás, la genialidad permanentemente estuvo en cómo lo planificaba.

Cuando pensamos en la trayectoria de Steve Jobs lo primero que viene a nuestra mente sin lugar a dudas es su periodo como jefe máximo de Apple. Bajo su comando la compañía se convirtió en la única rival real para Microsoft, luego fue exiliado, tal como sucedió con Sam Altman, para volver como hijo pródigo y regalarle al mundo algunos productos legendarios como el iPod, el iPhone, la iPad y la iMac entre muchas otras cosas.

El mundo de la tecnología está lleno de personajes fascinantes, y Steve Jobs es sin duda uno de los más relevantes. Su enfoque implacable para la calidad y la excelencia ha sido aclamado y criticado en igual medida, pero nadie puede negar que logró cambiar el mundo con su enfoque innovador y su visión apasionada.

De Steve Jobs se han contado muchas cosas. En ocasiones hemos conocido anécdotas de su vida cotidiana en la oficina o cómo llevaba permanentemente un uniforme. O aquellos días donde pasaba tanta hambre que intercambiaba botellas de cristal por comida. Pero nunca sobre cómo el fundador de Apple se la jugaba a su propia compañía a la hora de pagar por su almuerzo y el de otros amigos de trabajo.

Siendo justos, y según Toyotaro, antes de fallecer el propio Toriyama dejó escritos todos los episodios de la saga de los Súper Héroes de Dragon Ball Super publicados hasta la fecha, incluyendo lo que ocurre en el capítulo 103.