Si tienes un teléfono "inteligente", es casi imposible que no tengas acceso a Internet porque por muy económica que sea la tarifa contratada con tu proveedor de Internet, algún GB estará incluido. La situación cambia con otros dispositivos, ya que las tabletas y smartwatches con 4G, aunque no son extraños, no son tan comunes entre la población. Y mucho menos los ordenadores portátiles con ranura para tarjeta SIM.